Fue el papa Julio II en el año 1506 el creador del ejército vaticano, la Guardia Suiza. Los suizos en esta época eran los mejores mercenarios, su objetivo: defender las posesiones vaticanas y la vida del Papa. Los colores amarillo y azul del uniforme provienen de la familia Della Rovere (de la que provenía el papa Julio II) y el color rojo, que se añadió posteriormente, fue la aprotación del papa León X, pues ese era el color de su dinastía, los Médicis.