Asi lo describió periodista surafrícano Joseph Louw:
"Vi desplomarse a Martín Lutero King con el cuerpo proyectado hacia atrás. Lo vi caer a cámara lenta y temí que se golpeara la cabeza contra la esquina del balcón".
Louw corre como un loco a su habitación, agarra su Nikon y empieza a disparar frenéticamente.
"Era como si estuviese respondiendo al ataque con un arma. Estaba bajo el efecto de un choc, sólo la cólera me movía a actuar. Era preciso registrar todo: el pánico, los llantos, la posición de las cinco personas en el balcón, los dedos apuntando al lugar de donde partió el disparo. Quería dar testimonio de todo para la historia, para que todo el mundo supiera lo que había pasado".