12 de marzo de 2010

La guerra santa en el Corán

Damasco en la que se destaca la gran mezquita de los omeyas, el primer monumento islámico de la ciudad. Se construyó por orden del califa Al-Walid, en el siglo VIII.


"Combatid a vuestros enemigos en la guerra encendida por defensa de la religión; pero no ataquéis los primeros. Dios niega a los agresores.
Matad a vuestros enemigos donde quiera que los encontréis; arrojadlos de los lugares de donde ellos os arrojaron antes. El peligro de cambiar de religión es peor que el crimen. No combatáis a los enemigos … a menos que ellos os provoquen. Más si os atacaran, bañaos en su sangre. Tal es la recompensa debida a los infieles.


Si ellos abandonan el error el Señor es indulgente y misericordioso.
Combatid a vuestros enemigos hasta que nada tengáis que temer de la tentación, hasta que el culto divino haya sido restablecido, que toda enemistad cese contra los que han abandonado los ídolos. Vuestro odios solo deben encenderse contra los perversos.



Si os atacaran durante los meses sagrados y en los lugares santos, hacedles sufrir la pena del talión; violad las leyes que en sus códigos equivalgan a la que ellos os han violado. Temed al Señor; acordaos de que él está con aquellos que le temen (...) "



El Corán, aleya 2, vers. 186-190 y 214-215.