29 de marzo de 2010

AHORRAR CON LA EÑE.


La Ñ procede de una abreviatura del latín. Se empezó a utilizar en sustitución de las dos enes, como en las palabras anno e Hispanna. Para ello lo que se hizo fue montar la segunda ene sobre la primera con el fin de economizar espacio, esto derivó con el tiempo en una simple virgulilla. De esta manera las palabras que llevaban dos enes, heredaron este de ahorro y se escriben con eñe, como año y España, aunque también ha sustituido a la conjunción del latín mn, como ocurre con somnum-sueño o autumnum-otoño. En resumen, pura economía.