En la antigua Grecia el cobre era conocido como
chalkos (χαλκός). Los romanos, lo denominaron
aes Cyprium, siendo aes el término en latín para cobre y Cyprium porque la mayoría de este mineral lo extraían de la isla de Chipre. También se le conocía como el “oro de Chipre”.
Más tarde se simplificó a cuprum, derivando en cobre, copper en inglés o cuivre en francés.