26 de febrero de 2010

NAPOLEÓN, Merci beaucoup

El gran Napoleón todavía jovencito.







La política de Napoleón supuso la extensión del liberalismo (Código de 1804) y la quiebra definitiva de las estructuras feudales.



El nacimiento de una serie de constituciones de signo liberal moderado como fue el Estatuto de Bayona de 1808.



El Emperador con su mano sobre la corona.


El ascenso de la burguesía como nueva clase dominante frente a la nobleza y el clero.


La innovación de los ejércitos y las tácticas militares.



La puesta en práctica del Derecho moderno.




Consolidó las reformas agrarias llevadas a cabo durante la Revolución y propició la formación de un campesinado de clase media que transmitió a Francia estabilidad política (aunque una parte de las tierras expropiadas a la nobleza durante la revolución fueron devueltas a sus antiguos dueños, la operación se materializó bajo las formas jurídicas y de explotación capitalistas.



El imperialismo napoleónico fomentó los nacionalismos, tanto el francés como el de los estados que fueron ocupados por sus ejércitos.




Aseguró las bases de la enseñanza láica plasmada en la reforma de la Enseñanza Secudaria (Bachillerato) que gozaría de gran prestigio internacional y que aún subsiste hoy.

Todo este legado ha perdurado a pesar de los intentos de involucionismo promovidos por los sectores más reaccionarios a raíz del Congreso de Viena de 1815 y materializados en la acción de la Restauración monárquica.