
El Ejército Rojo jugaría el papel principal en la derrota militar del Tercer Reich, realizando las principales operaciones ofensivas y defensivas de la contienda a lo largo del frente oriental en una extensión de más de 2.000 kilómetros, concentrando a centenares de miles de soldados a lo largo de dicho espacio; de hecho los soldados soviéticos libraron las batallas más sangrientas de la guerra contra la Wehrmacht.
Los soviéticos serían los primeros en entrar en Berlín y sus soldados colocaron simbólicamente la bandera roja sobre el edificio del Reichstag (parlamento), así mismo determinaron el suicidio de Adolf Hitler al cercarle definitivamente en su búnker.