Este dibujo de autor desconocido fue realizado en el siglo XVII y es considerado la última representación gráfica tomada de un dodo vivo, antes de que se extinguiera.
Los dodos vivían en un apartado rincón del Océano Índico hasta que la noticia de su existencia llegó a Europa en el siglo XVI. Pronto, se convirtieron en objeto de deseo, unos “pájaros” tontos, de ahí su nombre de origen portugués, que viene a significar estúpido, tan torpes que podían convertirse en presa fácil, sucumbieron a la caza y a sus nuevos enemigos, gatos, perros y cerdos, entre muchos otros animales recién llegados con los europeos.
Muchos terminaron en Europa como objeto exótico de exposiciones. En poco tiempo la especie fue aniquilada por completo.